Un día un cliente en Madrid me llamó a mi móvil. “¿Hablo con Inés María Baldeón?” Me dijo. Respondí: “Si soy yo”. “He escuchado hablar mucho de usted cómo experta en #ContrataciónPública y que asesora a proveedores en contratos con el Estado.
Le dije” Si, esa soy yo”. Acordamos en vernos (le invité a comer en un restaurante de Madrid). Al verme, con una sensación de “entre compasión y frustración” me dijo: “Ahhhhh, es usted….” Le dije con una sonrisa en los labios (porque ya había vivido una situación parecida varías veces en Ecuador): “Si, si, quien se imaginaba que era entonces ?”
Me dijo: “Por todas las proezas que había escuchado de usted Inés María, me imaginaba que era una persona más alta”. Sentí que me decía: “Usted es una enanita” literalmente, jaja. Le dije entonces: ” Ya ve que no”. (Sacando pecho de mi metro cincuenta centímetros de estatura). Pero también con un tono de voz del sanflautas. Jaja
“Desea que le atienda o no” le dije (con el mismo tono firme). “Si, si” me dijo el cliente “ya que estoy aquí” (sentí que internamente el se decía “ya ni modo”….jaja). Comenzó la consulta; y en el proceso iniciado con esa sensación anecdótica, el cliente fue olvidándose de mi estatura física y se dio cuenta que mi estatura intelectual, anímica y espiritual, superaba mi limitada estatura física jaja.
Mi timbre de voz y mi postura corporal, dominaban el ambiente. Al final, me contrató (sigue siendo mi cliente hasta ahora). Al terminar la reunión, vino la cuenta; me dijo: “yo pago”; le contesté: “No, yo le invité acá, la comida va por mi cuenta”. Me dijo: “si pero usted es mujer y a mi nunca me ha pagado la cuenta una mujer”. Le dije: “mucha pena, a mi me enseñaron en mi casa que da lo mismo ser hombre o mujer; la cuenta la pago yo, gracias..:” (el tono fue el mismo: educado y muy firme).
Me contestó: “ok, ok, la próxima invito yo”. En menos de dos horas mi cliente se dio cuenta que habíamos “mujeres chiquitas” físicamente con un carácter fuerte, con un tono de voz firme y con total dominio espiritual, que nos permite destacar siempre en medio de “hombres muy altos” jaja.
Elaborado por: Ines Maria Baldeon Barriga, Directora General. 
